México está en recesión técnica, reporta Citi.

Según Citi, México está en recesión técnica tras registrar dos trimestres consecutivos de contracción económica: una caída del PIB de 0.5% en el cuarto trimestre de 2024 y otra de 0.4% en el primer trimestre de 2025, según estimaciones de Julio Ruiz, economista en jefe de Citi México. Sin embargo, Citi no anticipa un cierre anual negativo, proyectando un crecimiento de 0.2% para 2025, aunque este depende de las políticas comerciales de Estados Unidos.

Otros analistas, como los de XP Investments y Fitch Ratings, son más pesimistas, proyectando contracciones anuales de hasta -0.5% y -0.4%, respectivamente, debido a la incertidumbre por aranceles de Trump y ajustes fiscales. En contraste, la Secretaría de Hacienda estima un crecimiento de 1.5% a 2.3%, calificado como optimista por analistas.

La recesión técnica refleja una desaceleración, pero no necesariamente una recesión profunda, ya que indicadores como empleo y consumo no muestran caídas significativas. Factores como la consolidación fiscal, la incertidumbre comercial y reformas internas (como la judicial) podrían agravar la situación si no se manejan con cuidado.

Las causas de la recesión técnica en México, según el reporte de Citi y otras fuentes, incluyen:

  1. Incertidumbre por políticas comerciales de EE.UU.: La amenaza de aranceles del 25% propuesta por el presidente Donald Trump, especialmente tras su toma de posesión en 2025, ha generado cautela en inversiones y comercio, afectando sectores clave como la exportación.
  2. Contracción del PIB: Dos trimestres consecutivos de caída en el PIB (0.5% en el cuarto trimestre de 2024 y 0.4% en el primer trimestre de 2025) reflejan una desaceleración en la actividad económica, impulsada por menor producción industrial y consumo.
  3. Consolidación fiscal: Los recortes al gasto público, incluyendo la eliminación de organismos autónomos y restricciones presupuestales, han reducido la inversión pública, afectando el crecimiento económico.
  4. Reformas internas: La reforma judicial y otras medidas del gobierno han generado incertidumbre en inversionistas nacionales y extranjeros, reduciendo la confianza en el entorno económico.
  5. Dependencia del nearshoring: Aunque el nearshoring ha sido un motor de crecimiento, su impacto se concentra en regiones específicas y no compensa la debilidad en otros sectores.
  6. Factores externos: La fortaleza del peso mexicano, la inflación persistente y los altos costos de endeudamiento han limitado el consumo y la inversión privada.

Estos factores combinados han creado un entorno de crecimiento débil, aunque la recesión técnica no implica una crisis profunda, ya que el empleo y el consumo interno aún muestran resiliencia.

Los aranceles propuestos por Estados Unidos, especialmente los del 25% mencionados por Donald Trump, tendrían un impacto significativo en la economía mexicana debido a su alta dependencia del comercio con EE.UU. (80% de las exportaciones mexicanas se dirigen a este mercado). Los principales efectos incluyen:

  1. Reducción del PIB: Analistas como los de XP Investments y Fitch Ratings estiman que los aranceles podrían reducir el crecimiento del PIB en 2025 entre 0.4% y 0.5%, o incluso más en escenarios severos, profundizando la recesión técnica.
  2. Impacto en exportaciones: Sectores clave como la industria automotriz, manufactura y agricultura enfrentarían mayores costos y menor competitividad, reduciendo las exportaciones mexicanas en un estimado de 10-15% según proyecciones de Citi.
  3. Alza de precios e inflación: Los aranceles encarecerían los bienes importados desde México en EE.UU., lo que podría trasladarse a precios más altos en México, elevando la inflación (que ya ronda el 5% según el Banco de México).
  4. Inversión y nearshoring: La incertidumbre desincentivaría la inversión extranjera directa, afectando el impulso del nearshoring. Empresas podrían reconsiderar expansiones o relocalizaciones en México, reduciendo la creación de empleos.
  5. Depreciación del peso: Los aranceles podrían presionar al peso mexicano, que ya ha mostrado volatilidad, encareciendo importaciones y deuda externa, lo que afectaría el poder adquisitivo.
  6. Efectos en el empleo: Aunque el empleo ha resistido, una caída prolongada en exportaciones podría generar pérdidas de empleos en sectores manufactureros, especialmente en el norte de México.

Sin embargo, México podría mitigar el impacto si negocia exenciones al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) o diversifica mercados. La respuesta del gobierno, incluyendo ajustes fiscales o estímulos, será crucial para amortiguar los efectos.

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